Casi no había terminado la carrera de Psicología en Madrid cuando ya comencé a colaborar con una empresa de Consultoría. Ahí comenzó mi apasionante carrera en la búsqueda y selección de talento especializado. Había que comenzar desde cero, estaba todo por hacer y pronto me di cuenta que era más que un trabajo, era mi vocación. Desde entonces ha llovido mucho pero a día de hoy sigo sintiendo lo mismo, esto es lo que me gusta, no me canso de repetirlo. Es difícil calcular en más de 20 años cuantos procesos he trabajado o cuantas empresas he visitado, pero hasta ahora no he conocido un trabajo que me guste más que el mío.

Robert Walters me dio la oportunidad de liderar un nuevo proyecto desde cero, un nuevo reto al que hacer frente con la madurez y la solidez que me han dado los años. Conociendo el mercado, la competencia, lo que buscan los profesionales y lo que necesitan las empresas, he podido crear un equipo consolidado, de profesionales senior, que les gusta el trabajo tanto como a mí, que entienden el negocio, y que cuidan de cada proceso y sacar lo mejor de cada conexión.

Es un trabajo muy completo, donde obtienes mucha información desde todos los puntos de vista. Los clientes dicen que nos enteramos antes que nadie de cómo está el mercado y realmente es así, tomamos el pulso al mercado y somos capaces de tener una visión global que ayuda mucho en nuestra labor. Disfruto ofreciendo soluciones, dando opciones, siendo honesta, compartiendo éxitos con el equipo y aprendiendo cada día de cada persona con la que hablo.

Yo siempre les he dicho a las personas más junior de mis equipos con dudas para incorporarse al proyecto o realizar un Máster en RRHH que yo lo veo claro. Trabajar en nuestro sector es como un “máster en vena”; creo que habrá pocos puestos donde una persona con ganas de aprender, con ambición, con empuje, pueda exprimir más el día a día de la mano de un buen consultor del que aprender.