Dicen que el destino no está escrito y desde luego terminar trabajando en Robert Walters es prueba de ello. Todavía recuerdo aquel día cuando me llamaron para formar parte del grupo, en un principio con un poco de perplejidad, posteriormente con mucha curiosidad y finalmente con gran interés.

Estudié Arquitectura Técnica, y tras unos años trabajando en el sector, tanto en posiciones técnicas como comerciales, admito que Robert Walters es una empresa que potencia tus habilidades y competencias personales al máximo nivel, ya que no importa el pasado (y más en el caso de un ingeniero), sino dónde quieras llegar. Desde luego no es una profesión que se enseña en ninguna escuela o en ninguna universidad.

Las puertas están abiertas desde el primer minuto y después de algo más de 8 años, lo puedo corroborar. Si tienes un sueño o una meta profesional que alcanzar, te darán la oportunidad para conseguirla, todo es cuestión de meritocracia. En su momento, a mí me ofrecieron desarrollar la división de Real Estate, Construcción e Infraestructuras, siendo uno de los mayores retos de mi vida profesional. A día de hoy, gracias a la confianza que depositaron en mí mis responsables, puedo decir que he conseguido numerosos éxitos que me invitan a seguir y a superarme a mí mismo.

Siendo una compañía por y para personas, empezando por las empresas-clientes, continuando por nuestro activo, los candidatos, y terminando con mis compañeros consultores, de todos ellos aprendes. Es este entorno tan dinámico, te llevas cada día a casa una experiencia y un aprendizaje nuevo.

Si a todo ello le combinamos que trabajas en un entorno internacional, con compañeros y formaciones en otras oficinas, con gente de otras nacionalidades pero con las mismas inquietudes, eres capaz de desarrollar una visión global única del entorno empresarial y profesional.